"Saldrá una vara del tronco de Isaí y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni arguirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a a los pobres, y arguirá con equidad por los mansos de la Tierra; y herirá la Tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa" (Isaías 11- 1, 2, 3, 4, 5 y 10).
Cumplido en el Nuevo Testamento:
"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" (1 Juan 2- 1, 2).
"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento" (2 Corintios 2-14).
"Otra vez Jesús les habló diciendo: yo soy la luz del mundo, el que me siga, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8-12).
"Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: que todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero" (Juan 6-39).
"Cuando le vi, caí como muerto a sus pies, y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último" (Apocalipsis 1-17).
"Así dice Jehová Rey de Israel, y su redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y Yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios" (Isaías 44-6)
"Óyeme, Jacob, y tú Israel, a quien llamé: yo mismo, yo el primero yo también el postrero"(Isaías 48-12).
"Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último" (Apocalipsis 22-13).
"Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas" (Juan 3- 17, 18, y 19).
- Isaías nos habla del reinado justo del Mesías y lo describe:
Dará justicia y será fiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario